Segart-Garbí (por la canal)

Segart-Garbí(por la Canal)
Garbí desde la Mola de Segart

En esta ocasión voy a intentar describir una ruta que para mi tiene todos los alicientes de un buen Geosendero. Esa mezcla de senda histórica, senda emocionante y que nos permite descubrir el territorio de una manera más que divertida.
La ruta comienza en la población de Segart, una población de no más de 200 habitantes, pero a no más de 35 minutos de Valencia capital. Nada más entrar a la población ya observamos de que puede ir la ruta, de rodeno, esa piedra roja característica de toda la zona, especialmente de la calderona. Este tipo de piedra, utilizada a menudo para afilar utensilios, la vemos a la entrada de la población en bancales y algunas casas. Un uso tradicional y acorde con el medio, otra cosa es el tema de otras casas que no complen estas reglas y para mi restan un poco de armonía al conjunto urbano.
Para seguir la ruta, el primer tramo lo comenzamos por la carretera que hemos venido, hay que ir con cuidado porqué es una ruta muy transitada, pero sin problemas llegamos a lo que se podría considerar el inicio del Geosendero de verdad, junto a la señal del GR10, vemos una senda, no abandonaremos este sendero de gran recorrido en toda la ruta, con lo que atentos a las marcas rojas y blancas, a las horizontales que nos indican seguir el camino, y a los caminos con una cruz renunciar, prohibido.
El sendero empieza con una pendiente moderada, que poco a poco nos introduce en una vegetación típica termomediterránea, esto es propio de zonas de montaña media, donde tenemos altas temperaturas, suelos silíceos y bastante pobres. Así encontramos alguna Garrofera, palmitos, lentiscos, coscojas y encinas, en definitiva una buena representación de nuestro mundo mediterráneo. Pero la belleza de este geosendero estriba en esa constante de color rojiza, esa piedra que en cambia en tamaños y formas, empezando con pequeños guijarros, y como veremos más adelante con imponentes contrafuertes rocosos a los dos lados de la Canal. Esta primera aproximación nos va introduciendo en un sendero que serpentea ocultándose en algunos tramos, obligándonos a subir entre piedras como enanos en un mundo gigante de Gulliver.
Pero toda esta subida, que nos va obligando a un esfuerzo continúo, va empezando a recompensarnos con una de esas vistas que solo puede tener un geosendero histórico, la vista de Sagunto cada vez es más nitida y clara, y nos recuerda desde esta visión como el gran botánico Cavanilles desde la montaña de enfrente (la Peña de Gilet) desde donde contemplamos la capital del Camp de Morvedre asentada en la ladera Norte bajo su castillo desafiante.
Pero no nos dejamos influenciar por las vistas del mediterráneo aquí lo importante y urgente está unos metros más arriba, en esas peñas rojizas llamadas el Garbí, las vistas son sobrecogedoras, la entrada a la canal a uno le anticipa la antesala de lo que espera, una subida trepidante y con buenas trepadas.
Tras pequeñas subidas a través de escalones naturales en el rodeno, nos enfrentamos a nuestro primer reto. La primera cadena, una serie de nervios se asientan sobre el visitante acerca de este extraño artefacto. Pero nada más lejos de la realidad armados de valor trepamos la primera cadena, una prueba de nuestra destreza, para poder seguir por el túnel de piedras, como transportándonos a la entrada a otro mundo, pero nos vuelve a devolver a la repisa. Todo esto es el primero paso, quizás el más complicado, pero rápidamente la adrenalina fluye por nosotros y por el paisaje diciéndonos que la experiencia es grata y queremos seguir trepando hasta la cima. Siguiendo esta afilada canal seguimos trepando, con ejemplares de Murta y Madroño, extraños compañeros por estas latitudes solo presentes por un microclima (humedad y sombra). Cadenas del Garbí
La canal en definitiva se trata de una profunda hendidura, erosionada por el paso del tiempo, donde el agua y demás agentes externos han modelado las piedras de alrededor, algunas más redondeadas, mientras que por el contrario las más angulosas son fruto de un transporte rápido, vertiginoso desde laderas próximas. Pero todo esto atrae más al visitante y continúa por la segunda cadena, un zig zag de tres cadenas que nos obliga a subir otro trecho más, viendo con cierto recelo o miedo por donde hemos subido. Cuando uno mira hacia atrás es consciente del lugar por donde se ha adentrado, como un ratón entre dos grandes columnas rojizas (ambos lados de la canal) solo existe un sentido para la subida, así que rápidamente con otras dos trepadas más llegamos al Pla del Garbí, donde giraremos a la derecha para llegar hasta las Casas del Garbí, justo donde llega la carretera desde Serra.

Hay que decir que siendo sinceros se puede llegar hasta aquí arriba en coche, pero creo que es desde abajo mirando desafiante la cara más «salvaje» del Garbí y subiéndola cuando apreciamos realmente el valor de este paisaje.
Tras ver un par de paredes de piedra en seco en rodeno, uno se da cuenta que esta piedra transforma el paisaje humano mimetizándose con el entorno, así que seguimos directos hacia una de las cumbres, el llamado mirador del Diablo, donde vemos piedras abruptamente amontonadas que vamos sorteando hasta llegar a ese punto que uno cree que está en equilibrio, ese punto justo en el borde, que nos empuja a asomarnos y ver realmente de tu a tu a este gigante. Es generalmente donde suelo hacer la parada para almorzar, creo que descansar mirando el mediterráneo, desde un punto alto es siempre como un descanso más, un plus, un lujo quizás. Cuando uno adquiere la dimensión de donde está y por donde ha subido, es cuando aprecia la canal, la subida, el valor de un paisaje que se ha de preservar, enseñar y custodiar.
Tras ver la ladera de enfrente, vemos el mirador más turístico, así que rodeando un precioso cercado de piedra en seco llegamos a este mirador, con un refugio debajo, muy apto para vivacs nocturnos y poder ver el amanecer de la llanura central valenciana de manera melancólica. Aquí uno vuelve la mirada hacia el otro pico del que acabamos de llegar y siente como un escalofrío, mucha gente me pregunta y se pueden caer las piedras?? yo creo que es obvio, si y no como todo, están en un equilibrio dinámico, como todo en la naturaleza, pero cuando pasan de un umbral, entonces todo el sistema cambia.

Pero antes de partir hacia la Pedrera aún nos queda una tarea en esta zona de la cima del Garbí, visitar la Ermita, que como siempre digo cuando estamos subiendo, fijaros en ese cuadradito pequeño encima del todo, allí llegaréis, y es que cuando uno está frente a frente se sorprende de ver como en un zoom grande esta ermita, que desde Estivella tiene una romería como vemos con sus cañas dentro del forjado de hierro. También está habilitado unos merenderos y un par de papeleras, aunque como crítica tengo que decir que en general la gente acepta por natural o reabsorvible por la naturaleza mucha mierda que afea el paisaje, me entristece el haber visto plásticos de bolsas o cosas así entre estas piedras rojas.

Tras enfilarnos por este mini tramo circular por enmedio de les cases del Garbí entre estas paredes rojizas pétreas volvemos a coger el sendero por donde vinimos al principio, pero en esta ocasión seguimos colina arriba, hacia un collado. El camino es fácil, las vistas incréibles, hasta llegar al cruce de carteles, cogeremos el que indica Segart por la Pedrera, y hacia allí nos enfilamos. Creo que la bajada generalmente es más complicada, teniendo en este caso especial precaución por la piedra suelta, pequeña gravilla y pendiente que tiene el sendero de bajada. Pero también lo considero un geosendero, porqué también es diferente a todo cuanto se suele hacer. Una vez que uno llega a la Pedrera la explicación es fácil, es fascinante ese río de piedras, como si alguien las dejase allí caer. No es más que el resultado de unos procesos de erosión acelerados, con bloques gruesos, y observamos la inestabilidad de la ladera viendo que la vegetación no se ha atrevido a colonizar estos espacios tan dinámicos. Sobre todo más dinámicos si procedemos a bajar descarnando más la roca y sin cuidado. Siguiendo el sendero, estrecho, todavía nos depara más sorpresas, más paisajes del rodeno, una bajada con desnivel moderado pero que nos embala por estar bastante mejor que los anteriores. Pero no todo es velocidad, aquí uno se debe parar a mirar el paisaje, la pedrera, el Garbí, la Calderona y pensar la suerte que tenemos de tener unos Parques Naturales tan cerca del mar, tan cerca de la capital valenciana y tan diferente.

Siguiendo este camino llegamos sin problemas a Segart. En definitiva creo una ruta excepcional con un paisaje diferente y que a nadie deja indiferente.

Os dejo como es costumbre mi track en wikiloc para que lo veáis. En el siguiente post haré la continuación ya que existe una variante para incorporar la Mola de Segart en esta ruta.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3759144

Un saludo geosenderistas

2 Respuestas a “Segart-Garbí (por la canal)

    • Muchas gracias, espero poder ir realizando nuevas crónicas desde mi humilde opinión y aportar conocimiento del territorio, respeto e inculcar una nueva mirada crítica pero respetuosa con el paisaje que nos rodea. Con comentarios como este son los que a uno le dan ganas de seguir aportando a esta red global con mi máxima, actuar localmente pensando globalmente.

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